lunes, 16 de noviembre de 2009

La inmortalidad de la nada

Construiste tus vestidos del ayer
con retales del mañana,
enterrando tus sueños de papel
en una sábana mojada.

Arrojaste tus piedras del mañana
con guantes bordados del ayer.
Retales de ilusiones ahogadas
que sólo tú puedes recoger.

Vendiste tus esquinas del ayer
por nuevas farolas del mañana,
buscando tan sólo conquistar
una nueva ventana alumbrada.

Quedaste perdido en el tiempo
confundiendo las miradas del ayer
con los intentos del mañana.

Y todo queda en nada.

2 comentarios:

Cha dijo...

Y no veas cómo duele la nada...


Te quiero.

Lore Lori dijo...

Cuando los sueños son papel mojado, lo importante es la tinta con los que los escribiste... que sea permanente... es lo que perdura por siempre jamás.